Cáceres (I)
Me encantó Cáceres por muchas razones. Una de ellas, su preciosa y cuidada naturaleza. En un territorio tan grande y tan poco abrupto, la vista se pierde en el horizonte y no ve más que dehesas, encinares, olivos, alcornoques y, especialmente en esta época primaveral, flores y agua en abundancia. Para los incrédulos, estas fotos son una muestra de ese verdor.
2 comentarios:
Quina meravella de paisatges!!!!! I de fotos, clar!!! Hheheheee...
Es verdad: una maravilla allí donde mires. ¡Gracias por lo de las fotos! jajaja.
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